Smellfree puede convertirse en una solución cómoda e higiénica, pues evita los malos olores gracias a unos filtros de carbón y, además, es fácilmente desmontable y cabe en el lavavajillas.
Una manera limpia y fácil de gestionar nuestros residuos orgánicos y que podemos llevar a la práctica aunque no tengamos patio o jardín (la mayoría de sistemas de compostaje del mercado suelen ser bastante aparatosos -exceptuando los caseros, hechos al gusto de cada cual.
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